Gobernar, no es una tarea fácil. En primer lugar resulta imposible mantener a todos los sectores sociales a complacencia de sus intereses particulares. Quien detenta el poder político debe saber imponer la Ley ante todos los grupos que la vulneren o que pretendan mantenerse al margen de ella.
En segundo lugar, un acto de autoridad debe ser acatado por todos, no es cuestión de ideologías ni mucho menos de partidos políticos; simplemente es en beneficio de un bien común de la sociedad en su conjunto.
Respeto mucho a los vendedores ambulantes, sé que ese es el medio que tienen para garantizar el status económico de sus familias y que además es un medio de ganarse la vida y el sustento diario. Sin embargo, están actuando fuera de la Ley, son una competencia desleal para los comerciantes legalmente establecidos y generan una pésima imagen urbana del primer cuadro de Mazamitla o de cualquier otra Ciudad. Su permanencia en la plaza principal pone en riesgo el título de Pueblo Mágico y eso significa que se dejaría de percibir una partida adicional de recursos económicos necesarios para mejorar la infraestructura turística y de servicios.
No creo que en la reubicación de un grupo de comerciantes ambulantes tenga que ver la filiación partidista de ningún gobernante. El problema que genera el ambulantaje se da en todos los municipios del país sin importar las siglas del partido político del alcalde en turno.
Como integrantes de una sociedad debemos analizar la conveniencia de acatar las disposiciones y reglamentos que emanan de la Ley Orgánica del Municipio Libre y que deben regirnos para garantizar una mejor calidad de vida para todos. Es inaudito que pretendamos politizar todo, aun cuando deberíamos tener la templanza, la serenidad y la madurez política suficiente para saber discernir que es mas importante conservar una buena imagen urbana que a un grupo de personas al margen de la Ley, a quienes además se les están ofreciendo alternativas de reubicación; para progresar hay que apostar mucho mas por la convergencia que por la divergencia. Daniel Cárdenas Lara. guante100@hotmail.com
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